Está comunmente aceptada la atribución del término ambient, como género musical, al compositor y productor británico Brian Eno. Su álbum Music for Airports (1978) se considera el primer trabajo ambient de la historia y en sus notas incluía un "manifiesto de la música ambient":
"La música ambient tiene que ser capaz de acomodar múltiples niveles de atención de escucha, sin forzar ninguno en particular; tiene que ser tan ignorable como interesante".
Eno acuñó el término ambient para diferenciar su aproximación minimalista de lo que peyorativamente se denomina muzak, música enlatada o background music. Frente a aquella, la idea de ambient iniciada por el británico se refería a composiciones musicales que exigen una escucha activa del oyente. Se distanciaba así también del concepto de musique d'ameublement, expuesto por Erik Satie en 1917.
El desarrollo de los sintetizadores modulares y el trabajo de bandas como Tangerine Dream habían abierto, durante la década de los 70, la puerta hacia formas de experimentación musical más relacionadas con la creación de atmósferas y las cualidades tímbricas de los sonidos que con las formas de composición convencionales. Debido a esta flexibilidad, el ambient es muy permeable a la influencia de otros géneros.
En la década de los 80 vivió un período de escasa relevancia y fue prácticamente fagocitado por el movimiento new-age que se generó en Estados Unidos. De esa época apenas se pueden rescatar los trabajos de Don Robertson (Spring, 1983). Sin embargo, volvió a adquirir un estatus de culto a principios de los 90, principalmente por su fusión con la música electrónica que empezaba a sonar en la escena club londinense. Aphex Twins (Selected Ambient Works Volume II, 1994), The Future Sound of London (Lifeforms, 1994) o Autechre (Incunabula, 1993) popularizaron el género al tiempo que lo fusionaban con sus propios estilos, dando lugar a múltiples subgéneros: ambient techno, ambient house, ambient dub, ambient trance...
En 1997 se publicó el que seguramente sea el segundo hito en la historia del ambient: Substrata, del noruego Gair Jenssen, más conocido como Biosphere. Además de ser un clásico, este disco volvía a una propuesta de ambient más puro y más vinculado a la naturaleza, incluso tomando elementos de ella en forma de samples. También trasladó el foco de atención de la escena ambient hacia el norte de Europa. Músicos como los suecos Carbon Based Lifeforms (Twentythree, 2011), Solar Fields (Until we meet the sky, 2011) o el propio Biosphere proponen en sus discos un espacio sonoro que induce a la calma y al pensamiento profundo.
El ambient no ha sido nunca un género que haya tenido éxito comercial. Sus composiciones rara vez se ajustan a un tiempo radiofónico y ha sido criticado como "aburrido" y "demasiado intelectual" en no pocas ocasiones. No obstante, también ha sido respetado y aclamado por la crítica especializada y disfruta de sus propios festivales, como el Extreme Chill-Undir Jökli en Hellissandur (Islandia) o la Ambient Music Conference en Helsinki (Finlandia).